sábado, enero 07, 2012

NAUSEA Y SOBERBIA (o el amo del dolor)

NAUSEA Y SOBERBIA (o el amo
del dolor)
Yo he visitado el pozo de las almas perdidas.
Le he besado la mano a El Amo del Dolor.
He cruzado mil veces la frontera del miedo.
Y a la vida mil veces le negué mi perdón.

He sufrido de cerca el horror de la muerte.
Su mirada espantosa me envolvió con su hedor.
Me vistió de cadáveres, aplastando mi alma.
Y jamás a la vida le otorgué mi perdón.

Yo he navegado mares de horrísonas tormentas.
Sus vientos pavorosos acallaron mi voz,
hundiéndome mil veces en el cieno del vicio.
Y ya nunca a la vida pude dar mi perdón.

He sangrado nostalgias abiertas en el pecho.
Mis manos recorrieron mil putrefactos cuerpos
marcándome el camino de la desolación.
Me tomé la venganza a que tengo derecho,
y a la vida, por siempre, le negué mi perdón.

He probado del asco de los hombres perversos,
y he bebido sus náuseas hasta la perdición.
Sus aires pestilentes he inhalado mil veces.
Y a la vida, con rabia le grité ¡no hay perdón!

Hoy que la muerte cruza, sigilosa, a mi vera.
Que el tiempo se detiene y va opacando el sol.
Que mis sienes denuncian mil pasados perdidos
en la efímera existencia de una corta canción.

Mi voz, que ya se extingue flotando como un eco
se queda en el vacío de una vana oración.

La vida la recoge, absurda y misteriosa.

Y desde la otra orilla,
con mano generosa...

...me ofrece su perdón.



José Sequeiros                                       Puerto Ordaz,1.996

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El que calla ante la injusticia y la tiranía, no hace otra cosa que esconder, detrás del silencio, su cobardía.