martes, octubre 23, 2012

Fumando espero - Crónicas Bárbaras


Fumando espero

El Gobierno sigue negándose a aclarar si derogará o no Ley Antitabaco de 2011, quizás la más radical del mundo, a petición de Sheldon Adelson, que promete instalar en Madrid su Eurovegas como capital europea del juego, los congresos y las convenciones, con una inversión de 17.000 millones de euros.
La ley nació por voluntad de José Luis Rodríguez Zapatero mientras fumaba Winston, el tabaco de los cowboys, dentro del Palacio de la Moncloa.
También entre pitillos engendró con Artur Mas el Estatuto de 2006 que hacía a Cataluña casi independiente, aunque después lo embridó el Constitucional, lo que ha cultivado el neoindependentismo actual.
Hace unos días se vio a Mariano Rajoy ahumando las calles de Nueva York con uno de sus gruesos puros que evita mostrar públicamente porque escandaliza a la neopuritana oposición y a los beatones de la corrección política, como ocurrió cuando se divulgó esa imagen.
Rajoy había sido firme opositor a la vigente Ley Antitabaco, que prohíbe fumar en todo local público, veta los establecimientos sólo para fumadores y deroga la ley de 2006, del mismo Zapatero, que fijaba zonas de fumadores y no fumadores en la hostelería.
La de 2011 le provocó notables pérdidas a los hosteleros, que habían reformado sus locales para separar a los consumidores de aire contaminado.
Estamos ante dos presidentes del Gobierno, el anterior y el actual, esclavizados por la corrección política, el puritanismo y la nueva moral laica, tan inquisidora con el pecador como la religiosa, y conste que este cronista no fuma desde hace décadas.
España deberá volver a la ley de 2006 si quiere recibir la inversión y permitir que los jugadores pequen en Eurovegas, que Zapatero prometió llevar a Barcelona al iniciarse los contactos, y donde la gente no morirá de tabaquismo, sino de infarto.
------Mi foto


Fumando espero - Crónicas Bárbaras

No hay comentarios:

Publicar un comentario

El que calla ante la injusticia y la tiranía, no hace otra cosa que esconder, detrás del silencio, su cobardía.